Cuando era niño me encantaba crear escenarios para mis juegos, sin importar si eran carros o muñecos, antes de jugar invertía un tiempo en armar pistas de tierra o cobijas plegadas que simularan cuevas, caminos, pistas y puede ser que solo yo las viera en principio pero eran capaces de comunicar mi idea cuando jugaba con otros niños o se las mostraba a mis padres, esto es lo más importante de una maqueta o modelo, que nos permite expresar lo que tenemos en mente antes de construirlo.
Si sos arquitecto, explora
Nada como iniciar haciendo pequeñas exploraciones volumétricas con las curvas de nivel en un terreno de cartón a escala para empezar a crear hipótesis de diseño, marco teórico, concepto, partido o como le quieras llamar y sin importar el tiempo que inviertas en esta etapa es invaluable lo que se gana en diseño, no hay como estas simulaciones para comprobar si nuestras ideas están claras y como responden a múltiples variables que se pueden estudiar fácilmente con observar detenidamente nuestras simulaciones.
Si sos el cliente, solicita una maqueta
Si bien no todas las oficinas de arquitectura elaboran maquetas la gran mayoría están en la capacidad de contratarlas a un tercero, aunque estas que se contratan no son de estudio sino de presentación y está elaborada para transmitir la idea al cliente ya sea este el inversionista o el comprador, en el caso de un desarrollo inmobiliario. El escenario ideal sería que la maqueta fuera construida en el studio preferiblemente de materiales económicos y sin entrar mucho en detalles para que no se vea comprometido el diseño por las habilidades blandas del arquitecto o colaborador y que pueda ser modificada fácilmente según el curso del diseño, muchas veces simples bloques de madera funcionan para explicar una idea o entenderla, aparte del placer de revivir momentos de infancia en los que soñábamos que un bloque podía ser cualquier cosa, una maqueta tiene el poder de sacar ese ser creativo de lo más profundo de nuestro interior.
Cuando veas una maqueta de estudio toma en cuenta que no son representaciones fieles de la realidad y que su fin es el de representar ideas, si vas a presentarle una maqueta de estudio al cliente déjale claro cual es el acometido de la maqueta no vaya a ser que lo mal interprete.